Ahorrar en ocio

En tiempos de crisis una de las primeras cosas que la mayoría de la gente sacrifica primero es el ocio. Las salidas a tomar una cervecita por la tarde, el cine de los miércoles, las copas con los amigos del jueves, las cervezas con los compañeros de trabajo lo viernes…

Como comentaba antes, cuando hay que apretarse el cinturón de lo que primero se prescinde es de estas actividades. En verano suele ser más difícil ya que como el tiempo suele acompañar, pasamos más tiempo en la calle que en casa, y pasar por delante de la terracita y no sentarse puede ser un suplicio para aquellos que no tengan tanta fuerza de voluntad.

Para evitar que esto suceda lo que debemos hacer es planificar actividades que no conlleven tanto gasto. Siempre se pueden organizar reuniones en casas de amigos e ir rotando para que así no siempre toque en la misma vivienda. Continúas viendo a los amigos, pero gastando mucho menos.

A diario no hay mucho problema, ya que la vorágine del día a día nos lleva siempre por los derroteros de la plancha y la cesta de la compra. El problema surge cuando llega el fin de semana y las consecuentes ganas de salir un rato el viernes por la noche o dar un paseo con los niños el sábado por la tarde. En cualquiera de los casos puede hacerse una sustitución por una película o por actividades como la lectura.

En el caso de los niños lo de leer libros (siempre recomendable) es un poco más complicado porque es posible que no aguanten mucho, así que lo mejor que podemos hacer con ellos es organizar algún tipo de juego en casa. Actualmente los videojuegos son una opción relativamente asequible y el hecho de jugar en familia es una actividad que los niños agradecerán mucho, porque no nos engañemos, si a nosotros nos gustaba que nuestros padres jugaran con nosotros, a nuestros hijos seguro que les gusta que juguemos con ellos.

Así que a hay que poner un poco de paciencia y jugar con ellos. Pensad que es una de las mejores formas de ahorrar, todo el tiempo que se pase en casa con los niños es ese tiempo que no pasas con ellos por ahí con el consiguiente riesgo de gasto o como mínimo de rabieta de cómprame algo.

Esto de las consolas no solo vale para los niños. Los últimos datos de consumo nos indican que franja de edad de los consumidores de videojuegos se ha elevado considerablemente, es decir, los que hace veinte años estábamos con el MSX, el Amstrad o la primera GameBoy, hoy día seguimos jugando, y somos los que compramos los juegos.

Una buena alternativa para las salidas de los viernes o los sábados por la noche es quedarse en casa con los amigos compartiendo una buena partida de los innumerables juegos sociales que últimamente proliferan.

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