Ahorrar lavando ropa

Una de las formas más sencillas que hay de ahorrar con la ropa es saber cómo tratarla bien para que dure lo más posible. La ropa sufre dos tipos de desgaste, cuando la tenemos puesta y cuando la lavamos. Cuando la tenemos puesta el desgaste es inevitable. Pero sí que podemos hacer cosas para que cuando la lavemos ese desgaste sea menor y nos dure más tiempo.

Lo primero que debemos hacer es una separación de prendas por colores y por tipos de tejido. La ropa de colores claros por un lado y colores oscuros por otro. Además según el tipo de tejido es necesario poner el programa de la lavadora ya que no toda la ropa admite la misma temperatura.

Otro dato a tener en cuenta es cuando le ponemos el detergente a la lavadora, por mucha cantidad que pongamos, no va a salir más limpia, es más, cuando nos pasamos con el jabón, es posible que algunas de las prendas salgan con machas. También es muy importante, como os hemos comentado antes, tener en cuenta la temperatura que cada tipo de ropa tolera.

Otro dato importante es saber qué tipo de agua es la tenemos. Me refiero a la cal que tiene el agua en la población en la que vivimos, cuanta más cal tenga el agua, más cantidad de detergente deberemos utilizar, ya que la cal neutraliza parte del jabón.

Es importante saber cual es la cantidad máxima que podemos cargar en la lavadora. Cargar demasiada ropa en la máquina hará que no se lave de forma correcta además de acortarle la vida. Otra cosa que debemos saber es que la cal va a ir incrustándose poco a poco en la máquina. Tiene que saber que si lava con agua fría, la cal no va a incrustarse, cosa que sí ocurre si se lava con agua caliente.

Uno de los problemas más habituales cuando se lava ropa es que una prenda destiña y estropee el resto de la colada. Para evitar estas situaciones, lo más recomendable es que cuando compremos una prenda, la primera que vez la lavemos lo hagamos a mano en un barreño, ahí es donde veremos si destiñe o no, además hay que saber que cuando lavamos con agua caliente es cuando la ropa destiñe, con agua fría lo hace mucho menos.

A esto debemos añadir el ahorro energético que supone una buena selección del programa de lavado y la temperatura del agua. Además, si la máquina es una lavadora-secadora resulta todavía más importante cuidar estos detalles.

Imagen por cortesía de www.flickr.com

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