El Banco de España recomienda tener un fondo de emergencia equivalente a 3-6 meses de gastos

La tranquilidad no se compra, pero se puede ahorrar

A nadie le gusta pensarlo, pero los imprevistos llegan. Y cuando lo hacen, o estás preparado o el golpe duele el doble. El Banco de España lo ha dejado claro: necesitas tener un fondo de emergencia que cubra entre 3 y 6 meses de tus gastos fijos. Así, sin rodeos.

¿Y por qué esa cantidad? Porque no se trata de caprichos, sino de sobrevivir con lo esencial cubierto si las cosas se tuercen. Si pierdes el trabajo, si te ves con una baja larga, si de repente tienes que afrontar un gasto que no esperabas. Con ese colchón, puedes respirar. No es magia, es previsión. Y en los tiempos que corren, tener margen de reacción es un lujo al alcance de quien lo planifica bien.

Haz números: si tus gastos fijos rondan los 1.200 € al mes, tu colchón debería moverse entre los 3.600 y los 7.200 €. Parece mucho, lo sé. Pero no es dinero que tengas que reunir de golpe, ni que debas tocar a la mínima. Es, simplemente, un seguro que tú mismo te montas para estar tranquilo cuando el viento sopla en contra.

No se trata de ahorrar más, sino de ahorrar mejor

El error que comete mucha gente es pensar que esto va solo de guardar dinero. Y no. Va de darle a ese dinero una misión clara: protegerte. Un fondo de emergencia no es para caprichos, ni para vacaciones, ni para compras impulsivas. Es para tenerlo ahí, listo, esperando. Sin darte rentabilidad, sin hacer ruido. Pero siendo útil justo cuando más lo necesitas.

Aquí lo importante no es la velocidad, sino el compromiso. Aunque empieces con 50 € al mes, ya estás construyendo algo. Y eso, con el tiempo, se convierte en estabilidad. Es cuestión de rutina. Como el café de por la mañana o apagar el wifi antes de dormir. Hay quien lo llama disciplina. Yo lo llamo sentido común.

¿Dónde guardar ese dinero? En una cuenta separada, fácil de acceder pero lejos de tus tentaciones diarias. Nada de inversiones arriesgadas, ni criptos, ni fondos raros. Tiene que estar disponible en cuanto lo necesites, sin líos, sin esperas, sin sustos.

Y sí, tendrás días en los que te parecerá una tontería seguir ahorrando para algo que (ojalá) no te pase. Pero el día que ocurra —y te aseguro que más pronto o más tarde algo pasa— te alegrarás de no haberlo gastado en cualquier otra cosa.

Tener ese colchón no te soluciona la vida, pero te da el tiempo que necesitas para recomponerte sin tomar decisiones precipitadas. Y en la práctica, eso vale mucho más que los euros que hayas ido metiendo ahí poco a poco.

Publicidad