Qué está pasando con los precios en los supermercados
Después de meses en los que hacer la compra se sentía como jugar a la ruleta rusa con el bolsillo, por fin una noticia que da un poco de respiro. En abril, el Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó hasta el 2,2%, y eso empieza a notarse en los lineales de los supermercados. El dato es importante no solo porque refleja que la inflación se está moderando, sino porque los alimentos, al fin, bajan ligeramente.
¿Y qué tiene que ver esto con tu cesta de la compra? Pues bastante. Aunque el cambio no es espectacular, sí se está produciendo una reacción por parte de las principales cadenas de supermercados, que han empezado a mover ficha y ajustar precios. Algunas lo hacen para ser competitivas, otras para mejorar su imagen, pero el resultado es el mismo: algunos productos empiezan a costar menos.
Y ojo, porque no hablamos de cosas que compras una vez al año. Estamos hablando de productos básicos: pan, leche, aceite, arroz, detergente. Lo de cada día. Por eso es importante entender qué está ocurriendo y cómo te puede afectar directamente a ti.
Qué cadenas están bajando precios y por qué importa
Empezamos por Mercadona, que ha anunciado la bajada de precio en 500 productos. No es poco. Dicen que lo hacen para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado, pero también porque los consumidores están mucho más atentos a lo que pagan. En ese paquete han entrado cosas como quesos, yogures, conservas y artículos de limpieza. Lo básico, lo que llena despensas.
Le sigue Carrefour, que no se ha querido quedar atrás y ha hecho algo parecido: ha bajado de forma “permanente” otros 500 productos de marca propia. Una manera de marcar territorio y ganar la batalla del ahorro.
Y por si no lo sabías, DIA lleva tiempo con una estrategia agresiva de precios. Ha recortado el precio de más de 200 productos, en algunos casos hasta un 40% menos. Y esto es clave porque muchas personas con presupuestos ajustados compran ahí. No es algo puntual, es una táctica que les está funcionando.
Luego tenemos a Supeco, la versión más económica de Carrefour. Ha ganado fuerza en los últimos meses porque combina buenos precios con productos que no dan la sensación de “low cost”. Muchas familias están haciendo ahí su compra principal sin renunciar a la calidad.
Y también está Lidl, que sigue siendo fuerte con sus descuentos constantes, sobre todo en frescos. No hacen tanto ruido, pero si te fijas, en muchos barrios sus tiendas están llenas a casi cualquier hora del día.
Todo esto responde a algo simple: los supermercados saben que si no bajan precios, pierden clientes. Y la bajada del IPC, sumada a la presión de las organizaciones de consumidores, ha puesto las cosas claras. La gente ya no compra por comprar. Compara, busca y exige más por menos. Y si no lo encuentra en un sitio, se va a otro.
La bajada más visible ha sido en el aceite de oliva, que llegó a ser un lujo y ahora, aunque no ha vuelto a precios normales, al menos ha bajado un 5,5% en abril y ya acumula un descenso de más del 40% si lo comparamos con hace un año. Algo es algo.
Y luego hay pequeños ajustes en productos de despensa, lácteos, bebidas… todo suma. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha calculado que, en abril, la cesta de la compra bajó un 0,31%. Puede parecer poco, pero en un momento en el que cada céntimo cuenta, cualquier rebaja es bienvenida.
Lo que está claro es que si sigue esta tendencia, lo lógico sería que más cadenas se sumen y bajen también algunos de sus precios. Y ahí es donde tú puedes aprovechar. No se trata de volverse loco ni de ir cada día a un súper distinto, pero sí de estar un poco más atento. Comparar precios, mirar folletos, y saber qué cadena está ofreciendo lo mejor para tu bolsillo en ese momento.
