Ideas para mejorar tu ahorro

Es totalmente compatible ser conscientes de la importancia que tiene el ahorro para nuestra estabilidad financiera, mientras que no acabamos de ser capaces de lograr ahorrar de la manera adecuada, un problema al que claramente hay que poner remedio. 

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Actualmente, vivimos en una de las épocas más consumistas de la historia. Tenemos acceso a las compras a través de un simple click en nuestro ordenador, o incluso desde nuestro smartphone, un objeto del que no acostumbramos a separarnos fácilmente. Por eso es muy complicado no caer en la compra excesiva, especialmente ahora con el  confinamiento por la pandemia de coronavirus.

Cómo comenzar a ahorrar

Está claro que para lograr un buen método de ahorro, hay que evitar este tipo de conductas a toda costa. Es esencial identificar aquellos gastos que realmente no necesitamos, y una vez que lo hagamos, es cuestión de aprender a desecharlos. Si somos personas que tienden a las compras por capricho, lo mejor es no romper con este mal hábito de golpe, sino de manera progresiva. Se trata de reaprender para poner remedio a una situación que no hace más que afectar a nuestro bolsillo.

Es cierto que una vez que ya somos adultos, es mucho más complicado deshacerse de malos hábitos, pero esto no quiere decir que sea algo imposible, porque no lo es. Además, mientras nosotros mismos aprendemos a ahorrar de una manera mucho más consciente y eficiente, podemos enseñar a nuestros hijos a hacerlo desde el principio, para que a ellos les resulte un acto natural una vez que alcanzan la edad adulta.

Para poder ahorrar de manera correcta, es necesario aprender a valorar lo que ya tenemos. Es decir, si siempre buscamos los móviles más nuevos, los coches más modernos o los electrodomésticos más inteligentes, nunca vamos a estar contentos con lo que tenemos. Es necesario valorar las posesiones de las que disponemos y restar importancia a las apariencias, porque al final todo se resume en eso. Podemos realizar compras cada cierto tiempo, de manera que lo veamos como una recompensa por el trabajo realizado, no como una necesidad para sentirnos mejor con nosotros mismos.

Técnica del aplazamiento y otras ideas para ahorrar

Otra manera muy eficaz para saber si realmente necesitamos aquello que deseamos comprar, es mediante la técnica del aplazamiento. Esto consiste en aplazar una compra durante un determinado periodo de tiempo, para saber si pasado éste seguiremos considerando la compra necesaria, o simplemente se trataba de un capricho momentáneo. Después de realizar este ejercicio durante unas cuantas veces, lo cierto es que acabaremos por olvidar muchas de las compras que teníamos en mente desde un primer momento.

La clave para no caer en la compra compulsiva es, precisamente, evitar los impulsos. Podemos aprender a hacer mediante un pensamiento muy lógico, y es el siguiente: en el momento en el que deseemos realizar una compra, debemos pensar en la cantidad de dinero que pensamos gastar, y en lo que equivaldría esa cantidad en otro tipo de productos o servicios mucho más esenciales. Por ejemplo, podríamos usar ese mismo dinero para pagar la luz, para comprar comida, etc. Si finalmente llegamos a la conclusión de que la compra tampoco merece tanto la pena, estaremos en el camino correcto.

 

 

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