Libertad financiera: por qué te interesa saber qué es

Aunque se trata de una aspiración tan vieja como la humanidad para muchas personas, vivir sin trabajar, realmente como concepto financiero, la libertad financiera no lleva mucho tiempo incorporada a nuestro vocabulario. Desde los años 90 del pasado siglo, es cuando comienza incorporarse junto al concepto de independencia financiera.

PREAHORRAR

La libertad financiera es un concepto muy interesante y que, deberíamos conocer un poquito más a fondo. No tanto porque todo el mundo se plantee alcanzarla en su totalidad, ya que es difícil, pero, si porque se puede ir incorporando en diferentes porcentajes a nuestros hábitos financieros, y acaba resultando un elemento muy importante a futuro.

Qué es la libertad financiera

Se denomina libertad financiera al momento en el que los ingresos pasivos son capaces de sostener los gastos del usuario. Es decir, ya no es necesario tener ingresos derivados de la actividad laboral ya que, los ingresos pasivos son capaces de permitir no sólo que cobramos nuestros gastos, sino que mantengamos nuestro nivel de vida.

En un estadio superior, las personas que quieren llegar más allá de la libertad financiera, buscan la independencia financiera. La independencia financiera es cuando se dispone del dinero suficiente como para tener libertad financiera durante el resto de la vida. Generalmente, esto se hace a través de cálculos y de conformar capitales a largo plazo que permitan, mientras se sigue invirtiendo, retirar un porcentaje anual con el que se puede sobrevivir. De hecho, en la perfección, el dinero que se produce anualmente será superior al dinero que se retira anualmente para los gastos y mantener la calidad de vida.

Cómo se llega a la libertad financiera

No es un proceso sencillo. Se debe iniciar con el ahorro. No existe la posibilidad de generar un camino a la libertad financiera si no existe previamente la capacidad de ahorrar y el hábito del ahorro. En primer lugar, siempre será necesaria la construcción de un colchón económico para emergencias. Esto es básico en cualquier economía personal, y también lo es cuando se trata de iniciar el proceso para alcanzar la libertad financiera.

Cubierto ese objetivo, el segundo objetivo sería reducir o minimizar las deudas. La reducción de deuda aumentará las posibilidades de ahorro. Junto a esto, se impone un proceso serio y riguroso de ajuste de los gastos, cuanto más rápido se quiera buscar la libertad financiera, más se debe ajustar el gasto, y aquí pueden entrar en juego otros factores como la frugalidad y el minimalismo.

Cuando todo lo anterior está en marcha, ya se dispone de un fondo de emergencia, y la economía se ha ajustado y orientado al ahorro, es cuando comienza el proceso de inversión. El dinero que se obtiene destinado al ahorro se coloca en inversión. Aquí dependerá mucho del tipo y perfil de usuario, buscamos ingresos pasivos, y estos pueden venir desde la inversión inmobiliaria hasta los fondos de inversión, y todo tipo de herramientas que a medio y largo plazo puedan proporcionar ingresos a través de la rentabilidad. Obviamente, con carácter general, lo que se recomienda es la diversificación y colocar el dinero de manera que los malos momentos de un activo puedan ser compensados por los buenos momentos de otros. Esto, junto al interés compuesto, generarán el efecto bola de nieve necesario para ir creando una cartera cada vez más consolidada en dirección a libertad financiera.

Publicidad