Ahorrar en comidas

Apretarse el cinturón es inevitable a todos los niveles, al menos para el común de los mortales de clase media que se las ingenian para llegar a fin de mes e incluso intentan ahorrar algunos euros por si vienen mal dadas. Hoy vamos a buscar algunas claves para conseguir ahorrar en la cocina, sin dejar de comer bien, apostando por la dieta sana y probablemente mejorando nuestros hábitos alimenticios lo que a la larga puede suponer incluso un equilibrio calórico que nos lleve a un peso adecuado. Los expertos están de acuerdo en que comer bien es más que saludable para el organismo pero es que además podemos cuadrar el círculo y ahorrar en nuestra cesta de la compra si somos capaces de organizarnos y aprovechar bien los alimentos y lo que nos sobra. Una de las reglas de oro para poder hacer números y obtener resultados positivos es que hay que cocinar. Parece una obviedad pero dados los tiempos en los  que vivimos la prisa y el cansancio hacen que muchas veces nos de pereza meternos en los fogones.
Primer paso para el ahorro será tener la despensa en condiciones, para ello es conveniente ser previsor y organizar en una lista los alimentos que vamos a adquirir, no estaría de más incluso pensar los menús que vamos a realizar a lo largo de la semana. La organización evita que comamos sin orden ni concierto y lo primero que se nos ocurra, así que pensemos una serie de menús equilibrados y a partir de ellos vayamos a hacer la compra intentando no salirnos de la lista que hemos efectuado. Segundo punto a tener en cuenta, es más barato elaborar nosotros la comida que comprar los platos pre-cocinados.
Requiere algo más de tiempo pero si lo miramos por la parte positiva, la cocina relaja y elaborados por nosotros mismos la comida está más rica. Si nos sobra comida es muy importante no tirarla, nunca hemos de deshacernos de las sobras porque echándole imaginación podemos elaborar otros platos. Por ejemplo, si asamos un pollo y quedan restos, desmenuzamos esa carne y elaboramos unas croquetas de pollo riquísimas. Segunda opción, desmenuzados esa carne de pollo y le hacemos un sofrito con ajo para freírla en la sartén, acompañada por unas patatas fritas y un poco de ensalada conformarán el menú perfecto para una comida.

Y por supuesto no nos olvidemos de las fiambreras…Ahora con la crisis azotando los bolsillos se ha puesto de moda llevarse la tartera a la oficina o a la universidad y es que es siempre más económico llevarnos nuestra comida elaborada en casa que acudir a comer a un bar o un restaurante, que no quiere decir que no haya que consumir en los restaurantes pero si lo vamos combinando notaremos que nuestro bolsillo no se resiente tanto como si comiéramos todos los días fuera de nuestra casa. Además, siempre queda la opción de llenar el túper en casa de mamá o de la abuela, que sigue haciendo esas maravillosas croquetas….

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