Por qué se ahorra al usar placas solares

Aunque el usuario de a pie, que nunca ha utilizado energía solar, seguro que ha escuchado hablar del ahorro que puede suponer el uso de placas solares, lo cierto es que esto no suele explicarse de manera sencilla.

MITOS DEL AHORRO EN EL HOGAR

Vamos a tratar en este artículo de simplificar los conceptos para poder entender por qué, cuando se habla de energía solar aplicada de electricidad de la vivienda, se habla de ahorro.

El ahorro, en energía nunca debe considerarse a corto plazo

Este es un error común. No debemos confundir, por ejemplo, un cambio de comercializadora para beneficiarnos de una promoción concreta, o de una tarifa que nos permitan ahorrar unos pocos euros al año, de lo que se puede obtener a través del ahorro energético.

El ahorro energético lo podemos entender de dos maneras:

  1. Un uso eficiente de la energía, tanto desde las conductas del usuario, como desde el uso de dispositivos eficientes
  2. El uso de fuentes de energía que permitan ahorrar en su coste de producción: como la energía solar

Hoy en día queda bastante claro, cuando acudimos a profesionales del asesoramiento, diseño e instalación de sistemas fotovoltaicos como Masters in Solar (uno de los más reconocidos del mercado) que en el ahorro a medio y largo plazo está la clave para entender la rentabilidad del uso de la energía solar a través de las placas fotovoltaicas.

Para ello, debemos entender también, que una parte fundamental de la factura eléctrica tradicional está compuesta, además de los impuestos y del término fijo de potencia contratada, por el coste del consumo eléctrico realizado. De hecho, esta es la parte fundamental y de más importe en las facturas.

Cuando nuestra energía eléctrica proviene de las instalaciones propias, todo el consumo (cuando son instalaciones de autoconsumo 100%) o una parte importante del consumo (cuándo son instalaciones combinadas) desaparece en cuanto a la facturación. Es decir, el concepto fundamental de la factura de la luz o se reduce de manera drástica o, simplemente desaparece.

La fórmula más interesante para visualizar de manera clara el ahorro es establecer un periodo medio de años y calcular, por un lado, la imputación mensual de los costes de diseño e instalación de nuestro sistema de energía solar, y, por otro lado, la media del coste de consumo en nuestra factura de luz tradicional, teniendo en cuenta que además que la luz aumenta de precio regularmente año tras año. Cuando hacemos esta sencilla operación, entendemos que a medio y largo plazo en efecto sobre nuestras finanzas va a ser más que notable.

Pero también lo notarás en el día a día

Por supuesto, el hecho de instalar energía solar, también se va a notar en el día a día. Aunque el grueso del ahorro, el beneficio de la inversión, tendrá un mayor impacto en nuestras finanzas personales a medio y largo plazo, desde el primer día que empezamos a utilizar el suministro de energía solar nuestra factura se va a reducir, por lo que, también vamos a notar este hecho en nuestro bolsillo.

Por ejemplo, esto puede ser un aliciente a la hora de financiar la instalación de energía solar, financiación que cubriremos al menos en parte con el ahorro inmediato que vamos a tener en la factura de la luz.

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