Ahorrar en la factura de la luz en 2025: qué tarifa conviene según tu horario de consumo

Lo importante no es solo cuánto consumes, sino a qué hora lo haces

Sí, el precio de la luz sigue siendo un tema delicado. Cada mes, al abrir la factura, más de uno se lleva un susto. Pero en 2025, hay algo que debes tener muy claro: no se trata solo de cuánta electricidad consumes, sino de cuándo lo haces.

Las tarifas eléctricas con discriminación horaria han vuelto a cobrar protagonismo. Y no es casualidad. En un contexto en el que la factura depende tanto del precio por kilovatio como del horario en que lo utilizas, aprender a jugar con el reloj se ha convertido en una de las mejores formas de ahorrar sin tener que hacer grandes sacrificios.

Desde medianoche hasta las ocho de la mañana, y durante todo el fin de semana y festivos, tienes las llamadas horas valle, que son las más baratas. Luego están las horas llano, intermedias, y por último las horas punta, que son las más caras: justo cuando la mayoría enciende la lavadora, pone el horno o conecta el aire acondicionado.

Sabiendo esto, puedes empezar a tomar decisiones diferentes. Porque una cosa es pagar por poner el lavavajillas a las siete de la tarde y otra muy distinta hacerlo a las once de la noche. La diferencia, aunque parezca pequeña en un solo uso, al cabo del mes puede suponer decenas de euros.

Elegir la tarifa que encaja contigo es más importante que nunca

No todas las tarifas funcionan igual, y no todas las casas tienen los mismos hábitos. Ahí está la clave. No te sirve la mejor tarifa del mercado si no encaja con tus horarios. Porque lo que a uno le permite ahorrar, a otro le puede salir caro.

Imagina que trabajas desde casa y tienes un consumo estable todo el día. En ese caso, quizá te compense una tarifa fija, que no se dispare a ciertas horas. Pero si, por ejemplo, puedes ajustar tu consumo a las noches o a los fines de semana, entonces la tarifa con discriminación horaria te puede venir de maravilla.

La parte que a veces se nos olvida es que esto no va de ser un experto en electricidad. Va de conocer tus propios hábitos, echar un ojo a tus facturas y ver si lo que estás pagando realmente tiene sentido. Porque muchas veces estamos pagando de más por pura inercia.

Otra cosa que deberías tener en cuenta: las comercializadoras no siempre te ofrecen la mejor opción directamente. Muchas veces tienes que ser tú quien dé el paso, revise condiciones, compare tarifas y cambie si hace falta. Y sí, da pereza, pero basta con una revisión al año para que el ahorro se note.

También te digo, cambiar de tarifa no es lo único que puedes hacer. Si logras reorganizar un poco tu rutina de consumo, programando algunos aparatos o simplemente adelantando o retrasando ciertas tareas, el ahorro puede ser real. No es cuestión de vivir a oscuras ni de estar pendiente del reloj todo el tiempo, pero sí de ser consciente.

No necesitas instalar placas solares, ni cambiar todos tus electrodomésticos por unos de clase A+++. Solo hace falta que sepas cuándo es más caro encender el interruptor. Y una vez lo sepas, decidas si vas a seguir igual… o prefieres empezar a pagar menos.

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